Ruanda es un país montañoso. África se caracteriza más bien por sus llanuras y sus altiplanos; en Ruanda, sin embargo, no hay más que montañas y más montañas. Se elevan hasta alcanzar cotas de dos mil y tres mil metros, e incluso más altas. [...] Protegido por las montañas, el reino era un país cerrado: no mantenía relaciones con nadie. Los banyaruanda no organizaban expediciones de conquista, ni -como en su tiempo los japoneses- dejaban entrar a extranjeros en su territorio (de ahí que no conociesen, por ejemplo, el tráfico de esclavos, que era el azote de otros pueblos africanos). El primer europeo que llegó hasta Ruanda, en 1894, era un viajero y oficial alemán, el conde G.A. von Götzen. Cabe añadir que ocho antes, los imperios coloniales, al repartirse África en la conferencia de Berlín, habían concedido Ruanda precisamente a los alemanes, decisión sobre la cual no se informó a ningún ruandés, ni tan siquiera al rey. Durante años, los banyaruanda vivieron como un pueblo colonizado, sin saber una palabra de ello.
(Ryszard Kapuscinski)
1 comment:
Ay Ryszard.... La de cosas que sabes!
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